La presión atmosférica aparece en el medio ambiente de manera natural. Siendo un fenómeno que se produce por acción de la altitud, la latitud, el clima, la temperatura, la humedad, entre otros. Todos estos factores actúan de manera espontánea y sistémica creando un hábitat.
En consecuencia, los organismos que coexisten dentro de él se desarrollan sin mayores complicaciones. No obstante, el hombre puede ejercer acciones para regular y controlar la presión atmosférica en determinadas circunstancias.
¿Cómo funciona la presión atmosférica?
Como se ha dicho, la presión atmosférica es un fenómeno físico que se produce por la fuerza ejercida por la gravedad al atraer el aire hacia la tierra. De esta manera, siendo el aire materia, dispone de masa y peso. Lo que produce que los todo aquello con lo cual tiene contacto, experimente la presión ejercida por el aire.
Sin embargo, la densidad del aire es diferente de acuerdo a la altitud. De esta manera, a nivel del mar, el aire se presenta más denso, disminuyendo a medida que aumenta la altitud. En consecuencia, la fuerza que ejerce el aire sobre los cuerpos variará dependiendo de qué tan alto se encuentre el elemento afectado.
Cabe destacar que la incidencia de los rayos solares hace que el agua de la superficie se evapore y experimente un ascenso. Esta dinámica regula la presión atmosférica en un determinado ambiente afectando a los elementos que se encuentran en su interior.
Regulación de la presión atmosférica
Como se ha podido observar, en una región o ecosistema, la presión atmosférica obedece a las acciones de elementos naturales. Esto resulta complicado de controlar por el hombre, debido a que no posee la capacidad para manipular algunas variables en ambientes tan amplios. Tal es el caso de la incidencia de los rayos solares, la temperatura, el clima entre otros.
Sin embargo, en espacios controlados de menor dimensión es posible que se creen las condiciones para regular la presión atmosférica. Una manera de hacerlo es aislar el espacio, impidiendo que el peso del aire entre en contacto con el objeto que se encuentran dentro del mismo. Al hacerlo, se neutraliza la fuerza con la que el aire actúa sobre los elementos que envuelve.
Cabe destacar que en la medida que se deja que el aire ingrese al espacio aislado se producirá una compensación que terminará por equilibrar la presión atmosférica. Logrando que se producirá una nivelación de las mediciones dentro del espacio controlado con respecto al exterior.
Influencia del calor en la regulación de la presión atmosférica
Otro elemento que puede favorecer la regulación de la presión atmosférica es el calor. En este sentido, las leyes de la termodinámica establecen principios que cuando se aplican producen cambios que generan energía.
De esta manera, al producir calor en un entorno, puede lograr que la vibración de las partículas del aire se acelere. Esta aceleración produce que el aire se haga menos denso y se eleve por encima de la superficie.
En conclusión, es posible regular la presión atmosférica de ambientes controlados por acción de las leyes físicas como la termodinámica. No obstante, en entornos mayores es la naturaleza la que tiene esta facultad.