Son muchas las implicaciones que la presión atmosférica tiene sobre la vida de los seres humanos. El hecho está en que a pesar de no poder percibir de manera tangible el fenómeno de la presión atmosférica, igual nos afecta.
De esta manera, sus consecuencias sobre el organismo pueden producir patologías diferentes. Lo que termina por alterar nuestra calidad de vida. Para profundizar sobre este tema nos enfocaremos en la manera que la presión atmosférica actúa sobre la presión sanguínea.
¿Qué es la presión sanguínea?
Para entender esta definición es necesario que conozcamos como el funcionamiento del sistema circulatorio. En este sentido, el corazón bombea la sangre hacia las arterías ejerciendo presión sobre estas lo que se denomina presión arterial. Cabe destacar, que en función a esta fuerza con que se bombea la sangre, es posible determinar el estado de las arterias.
Al respecto, existen dos momentos especiales durante el bombeo de la sangre a las arterias que permiten dar lectura a la presión arterial. En este sentido se tiene:
- La presión sistólica: que se produce cuando el corazón alcanza su mayor contracción. En consecuencia, la sangre es bombeada con mayor presión.
- La presión diastólica: que es el punto en el que el corazón alcanza su mayor relajación y la fuerza de bombeo es menor.
De estas dos lecturas se obtiene la medición de la presión arterial. No obstante, en condiciones normales debe estar alrededor de 140 mmhg la sistólica y 90 mmhg la diastólica. Esta referencia sirve para diagnosticar algún problema derivado del mal funcionamiento de la presión arterial.
¿Qué implicaciones tiene la presión atmosférica en la presión arterial?
Una vez que hemos comprendido cómo se desarrolla la presión arterial dentro del cuerpo, pasemos a ver su relación con la presión atmosférica. En atención a ello es importante reconocer que la presión atmosférica ejerce una fuerza sobre los cuerpos que envuelve. Esta fuerza actúa desde todos los ángulos y su variación tiene repercusiones en las propiedades de la sangre humana.
Estudios indican que una disminución drástica en la presión atmosférica puede producir hipoxia y con ello una alteración en el volumen de la sangre. Lo anterior es el inicio de la hipertensión pulmonar.
Cabe destacar que por lo general estos cambios operan a partir de los 2500 metros sobre el nivel del más. Claro está, considerando un ascenso brusco. Asimismo, estos cambios repentinos de presión atmosférica a que se somete el organismo pueden producir burbujas en la sangre. En consecuencia, se generan las embolias y con ello el colapso del sistema circulatorio.
En conclusión, es importante reconocer que la presión atmosférica puede afectar notablemente la presión arterial del cuerpo humano. Con ello se derivan situaciones patológicas graves que comprometen la salud del individuo.
Asimismo, se debe tener especial cuidado con aquellas actividades en las cuales se puedan producir cambios bruscos de la presión atmosférica. De esta manera, una vigilancia sobre los factores de riesgo no está de más si esto representa la preservación de la salud. En adelante, será inevitable que estés atento a la relación de la presión arterial y la presión atmosférica.